Oggi sono molto felice

Si, así es. Para los terráqueos que no tengan inquietudes o que no hayan salido de su barrio, el título de esta entrada significa: "Hoy me siento muy feliz". Para los que ya no os habéis ni planteado levantaros del sofá para salir a la calle de vuestro barrio, el título está en italiano. Un idioma, que me gusta bastante y que cuando estoy contento me sale solo. El cual, me gustaría saberlo más y controlarlo, ahora ando con diccionarios y traductores,  algún día cumpliré este propósito de "Mi lista de cosas que hacer en la vida", pero bueno, esa lista es para otro día, para otro post.

Total, que me lió yo solo y me voy por las ramas, pues eso, que hoy me siento muy feliz y la verdad no sé exactamente la razón. Porque estoy en la misma situación que ayer tarde, pero ha cambiado la forma de ver las cosas. Además, hoy es el lunes, algo que en mi vida me genera cosas negativas, aunque hoy faltando dos horas para dormir ha sido mejor. Quizás sea por todo lo pasado este finde...

Primero, bueno iba a ser lo último para darle emoción pero lo voy adelantar, las personas que están ahí cerca de mi y que me apoyan mucho en mi vida.Quizás no son muchas en mi vida, pero eso las hace más únicas. Alguna en especial, que lee este blog, siempre está ahí para cuando necesito ayuda, siempre está ahí porque no me ha dado nunca los quebraderos de cabeza que me han dado otras personas. Grazie mille, siempre estoy en deuda contigo.

Segundo, un viernes que empezó con buenas noticias y que por la tarde tuvo una reunión de mentes sabías o tarde de cañas con los borrachos de ASI, depende de como lo traduzcas. Quizás, no sean del círculo más cercano, pero nos lo pasamos de puta madre y te ayuda a salir de la rutina de siempre los mismos "mundos". Hicimos un gran grupo esos dos años.

Tercero, ese viernes por la noche fui donde se me suele encontrar los viernes. Me lo pase bien, pese a que la gente comentaba la novedad de mi pelo y a que faltaba algunas personas por esos lares.

Cuarto, esa tarde-noche me lo pasé de puta madre en el teatro y recupere una gran amistad. Bueno, a lo mejor "recuperar" es demasiado, porque tampoco era un cabreo entre nosotros. Esa extraña sensación, de no tener que arreglar nada porque sois tan amigos que no ha pasado nada. Todo esto peso a estar media hora para aparcar por retiro. Pero al final, teatro del bueno, buen sitio para cenar (del teatro y del sitio para cenar me explayare en otras entradas) y buena compañía. Simplemente, genial.

Quinto, el domingo una gran carrera de formula 1 y me volví a encontrar con "el loco de los cuarenta minutos al micrófono". Tarde, con el zumbao de mi sobrino y jugando al fútbol con los de ASI, donde la calidad brilló por su ausencia salvo por alguno que escribe estas líneas, pero lo pasamos bastante bien.


Total que me siento feliz.


A ver, si esta noche lo remato con una buena peli.